jueves, 4 de febrero de 2010

La tele y yo

Ayer estaba Lislen haciendo zapping en la tele cuando de repente en cuatro sale un trozo de Perdidos. Era la hora del telediario y decían nosequé de la 6ª temporada. Yo, un poco nerviosa, le dije chillé que cambiase, pero él que es la maldad personificada dejó la imagen durante un nanosegundo más de lo que yo lo hubiera hecho por lo que opté por levantarme y empezar a gritar nooooooooooooooo nooooooooooooooooooo mientras agitaba mis brazos frenéticamente.


Lislen me miró flipando y vi en sus ojos miedo, para qué vamos a negarlo. Sintiéndome incomprendida llamé a Küschen que se encuentra en un estado similar al mío de gilipollez con perdidos (aunque a diferencia de mi ella tiene la 5ª terminada, yo voy a contrarreloj) y al describirle lo que había visto decidió que iba a colgarme y a retirarme el saludo para siempre.


¡Y todo esto en 5 minutos! ¿A que me merezco un premio?


Más tarde en la 1 pudimos ver una parte de un programa tipo callejeros pero en light en el que un grupo de directivos hacía un curso de coaching en el salón de la casa de una señora en Madrid (el mueble de la vajilla estaba detrás de ellos y les habían puesto sillas y mesas plegables cubiertas con una bonita sábana verde oliva). Fueron dos los momentos cumbre:


1º Los importantes directivos de empresas con sus trajes de chaqueta tomando café de termos y pastas de te del spar en un salón cuarto de estar (hablemos con propiedad). Todos comprimidos alrededor de la mesa camilla.


2º Los importantes directivos de empresas con sus trajes de chaqueta bailando una especie de canción de campamentos parroquiales que hablaba del amor y el respeto entre los seres humanos.


Tuvieron que flipar cuando vieron el percal, los pobres. Se estarían preguntando:-¿De verdad he pagado 600 euros para que la gente se ría de mi en la tele? Respuesta: SI


Me quedé con sus caras por si algún día me toca trabajar para ellos.

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