viernes, 23 de marzo de 2012

20´

- Me pongo el abrigo, compruebo que tengo las llaves.

- Mientras salgo con la bolsa en la mano busco la cartera para ver si tengo el dinero para el pan.

- Salgo al exterior, oigo voces, rezo para que sea un grupo de la 3ª edad.

- ¡Horror, pánico, pavor! Son adolescentes.

- Ando deprisita para adelantar a los adolescentes y que no se produzca un encuentro
transversal con el grupo.

- ¡Victoria, victoria! Les llevo varios cuerpos de ventaja.

- Caigo en la cuenta de que los adolescentes en grupo son leeeeeeeeentos y remolones y me los voy a cruzar cuando regrese de la panadería. Caca de la vaca.

- Entro a la panadería y me encuentro con ¡gente!. Gente alta además.

- La miembro femenina de la pareja de gente alta me cede amablemente su turno en la panadería porque no está segura de que pedir o porque ve en mi cara el reflejo de la urgenciaaaaaaa (turistas amables, también existen). Se lo agradezco.

- Salgo de la panadería, y me cruzo con el vagón de cola del grupo de hormonas. Por supuesto los que van los últimos son siempre los malotes, hay un muchacho con pantalones piratas haciendo equilibrios en un bordillo.

- Me doy cuenta de que a mi edad soy invisible para los adolescentes. ¡Al fin!.

- Subo las escaleras de casa de una en una (no soy una kamikaze) pero rauda y veloz.

- Entro, me quito los zapatos, corro al baño (censurado).

- Llamo a Lislen para hacerle más llevadero su regreso a casa conduciendo después de una noche de curro, le cuento tonteridas de las mías mientras:

*Me exprimo dos naranjas y me bebo un vitamínico zumito.

*Limpio el exprimidor porque sino la pulpa se queda pegada y es una guarrada.

*Abro las ventanas para ventilar la casa.

*Me como un kiwi.

*Recojo las cuatro cosas que he tirado por la cocina.

*Cierro las ventanas.

*Estiro cutremente las sábanas de la cama, momento en el cual oigo que mi casera abre la puerta y me llama.

*Le digo a Lislen que espere un momentoooooooooo.

- Correteo a la puerta en calcetines.

- Mi casera me dice que me ha llegado un paquete (bravo Amazon, 3 días antes de lo que ponía en el correo) y que lo ha firmado ella. Que espera que no me parezca mal (que no mujer).

- Aprovecho para ponerle al día de nuestros horarios de entradas y salidas para que no se sobresalten por los ruidos nocturnos.

- Mientras hablo con ella me pongo los zapatos, recojo el móvil, le digo adios adios a Lislen que estaba todavía al otro lado, me pongo el abrigo y busco las llaves, donde están las llaves, porque no están en la cerradura, suenan en el bolso, sí bien.

- Bajamos juntas la escalera y troto hacia la calle.

- Llamo a Lislen para explicarle que su CD ha llegado y que no me había dado un ataque de nada.

- Entro en el edificio y saludo al jardinero.

- Me siento delante del ordenador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario